¿Qué riesgos cubre el seguro para fabricantes de vino?
¿Por qué los fabricantes de vino necesitan un seguro comercial?
Los múltiples imprevistos a que se halla expuesta la profesión de vinicultor hacen indispensable para estos profesionales protegerse mediante un seguro específico. Solo así les será posible minimizar el impacto económico de cualquier percance negativo, proporcionándoles la necesaria tranquilidad para enfocarse en su negocio.
Por otro lado, son muchos los municipios que exigen asegurar cuando menos la cobertura de daños a terceros como requisito previo para otorgar la licencia de apertura en este tipo de negocios.
¿Qué cubre un seguro para fabricantes de vino?
Los seguros para vinicultores tienen por objeto proteger a estos frente a los riesgos más frecuentes de su negocio. Esta protección daría cobertura al continente (instalaciones de la explotación), al contenido (mobiliario y maquinaria) y a los bienes o inventario (vinos u otros licores producidos).
Los riesgos cubiertos serían múltiples: fenómenos meteorológicos, incendios, explosiones, robos, vandalismo, daños en depósitos, daños eléctricos, etcétera.
Otras coberturas habituales de este tipo de seguro serían las siguientes:
¿Qué no cubre un seguro para fabricantes de vino?
El seguro no cubrirá los daños y deterioros materiales que sean consecuencia del simple paso del tiempo. Asimismo, no responderá de aquellos daños que obedezcan a un deficiente mantenimiento y conservación por parte del asegurado, puesto que este tipo de perjuicios se generan simplemente por negligencia.
En materia de responsabilidad civil, el seguro no cubrirá en ningún caso aquellos daños y perjuicios que sean ocasionados de manera intencionada por parte del propio asegurado.
¿Cuánto cuesta un seguro para fabricantes de vino?
El coste de una póliza de este tipo variará en función de la aseguradora con la que la firmes y de las coberturas que decidas contratar. Cuanto mayor sea el número de coberturas contratadas, mayor será también el importe de la prima del seguro.
Otros factores que influyen en el precio del seguro serían la suma de capital asegurado, la situación geográfica de la explotación vinícola, su tamaño, el número de trabajadores en nómina o, entre otros, las medidas de seguridad instaladas (alarmas, sistemas antiincendio, puertas blindadas, etcétera).
La de vinicultor es una profesión sujeta a multitud de riesgos. Estos pueden afectar tanto al producto terminado, el vino, como a toda la cadena productiva que conlleva su elaboración.
Estas eventualidades justifican que los fabricantes de vino, al igual que otros profesionales de la industria manufacturera, contraten seguros que les protejan de las numerosas contingencias a que está sujeta su labor: pérdida de cosechas, avería de maquinaria, accidentes laborales, contaminación, reclamaciones de terceros, etcétera.
Es fundamental que el seguro cubra todas las fases de la producción, desde la extracción de la uva hasta la fermentación y crianza del vino, para de este modo resguardar el patrimonio vinícola.